LA
ARGUMENTACIÓN
Es la exposición o discurso, en forma oral o escrita, mediante la
cual exponemos los motivos y las premisas que sostienen nuestro punto de vista
o nuestras tesis. Es la exposición de nuestras ideas mediante un razonamiento.
Esta argumentación puede servirnos para demostrar una fórmula matemática, para
explicar una fórmula física o química, y en general, para demostrar o explicar
en qué consiste una situación o tema. Esta situación por explicar, se llama
tesis. Los elementos que nos sirven para demostrar nuestra tesis, se llaman
premisas; todas las premisas y su análisis son los argumentos, y la conclusión,
es nuestra tesis.
Diez reglas para una argumentación ideal
Muy a menudo, mediante el lenguaje natural tratamos de convencer a los otros de nuestro punto de vista, de nuestra opinión, sobre un determinado tema. Y a la inversa: muy a menudo, los otros intentan convencernos de la validez de su punto de vista sobre una cuestión. En otras palabras: la argumentación es un fenómeno cotidiano en nuestras vidas. En este sentido, siempre estamos en riesgo de ser manipulados por nuestro interlocutor, mediante el uso de argumentaciones falaces:¿existen algunos principios prácticos mediante los cuáles podamos distinguir una buena argumentación de una mala? Existen, y en este post veremos diez reglas básicas de una buena argumentación.
Estas diez reglas están extraídas
de la obra de Vicenzo Lo Cascio Gramática de la argumentación : estrategias y
estructuras (Alianza,
1998). Antes de comentarlas, necesitamos aclarar brevemente algunos términos sobre
los que se aplican estos principios. Esto es oportuno, porque a menudo usamos
términos como “argumento”, “prueba”, “razonamiento”,… de una manera casi
intercambiable, lo que nos dificulta captar cuándo una argumentación está bien
construida.
Lo Cascio nos comenta que en una argumentación podemos diferenciar tres elementos:
§ Una tesis u opinión, que es aquello
de lo que queremos convencer a nuestro interlocutor.
§ Un argumento, que como nos dice
la Wikipedia es una “prueba o razón para justificar
algo como verdad o como acción razonable”: ese “algo” a justificar es nuestra
tesis u opinión
§ Una regla general (lo que solemos denominar “razonamiento“) que nos permita
ligar nuestra opinión con el argumento que proponemos.
Con estas aclaraciones en mente,
paso a comentar las diez reglas para una argumentación ideal (pp. 296-305). Para mostrarlas,
utilizaré los ejemplos que nos propone el propio Lo Cascio: son ejemplos
sencillos, que permiten ver cláramente la infracción de las reglas mucho más
claramente que otros ejemplos de argumentaciones más específicas (del ámbito
científico o técnico, por ejemplo):
Primera regla:
las partes involucradas en la argumentación no deben crearse impedimentos en la
posibilidad de expresar dudas o reservas.
Ejemplo: Sobre la cuestión del divorcio
no quiero ni hablar. Como te he dicho, creo que el vínculo del matrimonio es
indivisible. (Con esto, el hablante bloquea cualquier posibilidad de discusión
sobre la conveniencia o no del divorcio)
Segunda regla:
Quien expresa una opinión debe estar dispuesto a defenderla si se lo piden.
Ejemplo: Se divorcia por oportunismo,
los hechos lo demuestran; te lo aseguro yo, es típico de él (Con éstas dos
últimas frases, el hablante evita dar más explicaciones sobre su opinión de que
el sujeto se divorcia por oportunismo)
Tercera regla:
Un ataque a una argumentación debe centrarse en la tesis que ha enunciado el
protagonista, sin desviar el discurso, sin presentar la tesis de forma
diferente y sin actuar de forma que se le atribuya al antagonista una tesis
diferente de la que se sostiene.
Ejemplo: Dices que para ti es bueno
divorciarte porque eres infeliz, pero no es justo que el ser humano piense sólo
en sí mismo y no se preocupe del prójimo (El tema sobre el egoísmo del ser
humano no viene a cuento: desvía la atención sobre la discusión de la tesis
“Quiero divorciarme porque soy infeliz”)
Cuarta regla:
Una tesis debe defenderse sólo con argumentos relacionados con ella y que no
tengan imbricaciones con otra.
Ejemplo: Dices que tienes que drogarte
porque eres infeliz, pero no has pensado en lo que dirán los vecinos (El
hablante debería defender la tesis de que el sujeto no debería drogarse
apelando a su infelicidad de manera independiente al hecho de que los vecinos
tengan o no algo que decir)
Quinta regla:
Una persona debe aceptar las consecuencias y la existencia de las premisas que
deja implícitas y, en consecuencia, debe aceptar que se le ataque en el terreno
de éstas.
Ejemplo: María no saldrá porque lluieve.
Pero si cada vez que lloviera no saliese, en este pueblo – donde llueve
continuamente – estaría siempre en casa (Se da por supuesto que María nunca
sale de casa cuando llueve, lo cuál no tiene por qué ser cierto: es un punto
flaco de la argumentación que puede ser puesto en evidencia por el oyente)
Sexta regla:
Una tesis puede considerarse defendidad de forma adecuada si se basa en
artumentos pertenecientes a un punto de partida común.
Ejemplo: Estoy seguro de que se
divorciará, porque hace siete años que están casados (La tesis de que el
divorcio es seguro sólo podría defenderse si, efectivamente, los sujetos
estuvieran legalmente casados y no convivieran como pareja de hecho)
Séptima regla:
Una tesis puede considerarse defendida de forma adecuada si la defensa se
desarrolla con el uso de argumentos que reflejan y respectan la práctica de la
argumentación honesta.
Ejemplo: Es malo hacer micho deporte; lo
ha dicho una eminencia en medicina de Milán (Se propone como garantía de la
tesis la opinión de un supuesto experto del que no se dan más datos)
Octava regla:
Los argumentos usados en una discusión deber ser o haber devenido válidos,
haciendo explícitas algunas de las premisas que quedaban implícitas.
Ejemplo: El vecino es gitano, pues lleva
patillas (No sólo los gitanos llevan patillas, y el hecho de llevar patillas no
convierte a nadie en gitano: es un argumento falso que se basa en premisas
implícitas del hablante)
Novena regla:
Una defensa perdedora debe tener como consecuencia que el sujeto que argumenta
acepte cambiar su posición, mientras que una defensa vencedora deber tener por
consecuencia que el oyente cambie su posición y retire sus dudas sobre la tesis
defendida por el hablante.
Ejemplo: No he intentado defenderme
porque no he querido ponerte en una situación embarazosa (No se quiere
reconocer la posible validez de las argumentaciones ajenas, el hablante no está
dispuesto a abrir la posibilidad al cambio de opinión)
Décima regla:
La formulación de las tesis y de los argumentos deben ser lo más clara y
comprensible posible.
Ejemplo: No te ayudo porque eso costaría
dinero (No queda claro si la falta de ayuda se debe a que falta dinero o al
hecho de que la ayuda comporta un gast y no hay ganas de invertir el dinero de
uno).
Podríamos encontrar más o menos
reglas según el autor, pero considero que éstas son lo suficientemente claras
como para servir de punto de entrada a las complejos mecanismos de la
argumentación. Todos infringimos de manera más o menos pronunciada alguna de
las normas propuestas, es prácticamente inevitable devido a la cantidad de situaciones
diferentes en las que nos vemos obligados a argumentar. No obstante, cuánto más nos separemos de los principios de la buena
argumentación, más nos estaremos desplazando del simple descuido a la abierta
manipulación.
Y ahora algunas preguntas para
vosotr@s: ¿conoces algunos principios diferentes que marquen lo que es una
buena argumentación?; ¿eres consciente de cuándo (y cuánto) te alejas de los
principios de una buena argumentación, y por qué?
Bibliografía:
Lo Cascio, Vincenzo. Gramática de la argumentación : estrategias y estructuras. Madrid:
Alianza, 1998.
hola lic gracias a todo esta informacion podemos estudiar para el examen
ResponderEliminarHola lic. esta muy linda toda la información de su blog.
ResponderEliminar2do Bachillerato paralelo B.
holas licen sta genial el argumento.......
ResponderEliminarlicen muy buena la información
ResponderEliminarEn mi opinión la argumentación es un tipo de exposición que tiene como finalidad defender con razones o argumentos una tesis, es decir, una idea que se quiere probar.
ResponderEliminarRuth Aguirre 2 de Bachillerato "A"
La argumentación: se preocupa profundamente por llegar a conclusiones a través del razonamiento lógico basado en premisas, en la argumentación se incluye el debate y la negación, las cuales están dirigidas alcanzar unas conclusiones de mutuo acuerdo aceptables.Su principal motivación es quizás el deleite social en el que la victoria sobre un oponente es el principal objetivo.
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